EDUCACION DEL CACHORRO (II): Un perro seguro y autocontrolado

Hemos hecho hincapié varias veces a lo largo de este artículo en el entendimiento mutuo entre perro y dueño, pero queremos hacerlo una vez más, ya que si entendemos a nuestro perro y él a su vez nos entiende a nosotros, tenemos sentada la base de la comunicación, y la comunicación es, a su vez, la base del desarrollo intelectual del perro. Es decir, no vamos a hacer a nuestro perro más inteligente, pero si vamos a conseguir que desarrolle y saque partido a su inteligencia, ya que por medio de la comunicación podemos hacer llegar unos u otros estímulos a nuestro perro, que se va a ver forzado, en alguna medida, a realizar pautas o comportamientos que seamos capaces de hacerle entender.
Existen otros factores que son tan importantes como el entendimiento mutuo y la comunicación a la hora de tener una relación perfecta con nuestro perro. La identificación y la ascendencia. Identificación del perro hacia nosotros y nuestra ascendencia sobre el perro. No son aspectos fáciles de llevar a cabo, pero sí son esenciales si pretendemos que nuestro perro sea lo que realmente esperamos de él y nos gustaría. El proceso de identificación no se aprende en los libros, ni existen unos ejercicios predeterminados que nos lleven a ella. Es un proceso de maduración. Pensemos que también nosotros, las personas, tenemos con quien identificarnos. Siempre surgen líderes que sirven para esto, ya sean líderes deportivos, religiosos, políticos, de la pantalla o de otros ámbitos, siempre estas personas arrastran masas de incondicionales tras ellos. De alguna manera podemos decir que alguien está identificado con otro cuando existe un: “quiero ser como tú”. Pues eso es lo que tenemos que conseguir de nuestro perro, para ello, deberemos ser personas serenas, nobles, sensatas, sabiendo medir los peligros, y valorando las cosas en su justa medida. De esta manera el perro nos verá cargados de seguridad en nosotros mismos y nos tomará como ejemplo a imitar y esto nos dará la oportunidad de “tener al perro en el bolsillo” para encaminarlo hacia donde queramos. Otra forma de comportamiento del dueño no es la más adecuada para conseguir identificación. ¿Acaso es fácil imaginarse a una persona insegura o irascible con seguidores incondicionales? Una vez conseguida la identificación, tenemos asegurada la ascendencia. Es un paso posterior, pero vienen encadenados y uno nos lleva al otro. La ascendencia es la cualidad que nos permite organizar y dirigir. Es la predisposición del identificado a dejarse gobernar y guardar fidelidad y obediencia. Por otra parte, si conseguimos la identificación adecuada del perro hacia nosotros, habremos conseguido un perro con un alto nivel de seguridad en sí mismo, lo que a su vez se traduce en un autocontrol por parte del perro de sus miedos, su ansiedad, etc…, así como la dependencia justa para tener un perro excelente.