ADIESTRAMIENTO EN POSITIVO

Siempre que hablamos de adiestramiento, parece que estamos hablando de enseñarle algo al perro, pero no siempre esto es verdad.
Adiestrar significa “hacer diestro”, o sea, perfeccionar al máximo posible los conocimientos en una determinada disciplina. Pero cuando hablamos de Obediencia Básica ¿qué es lo que le estamos enseñando al perro?. Vamos a hacer un análisis de esto, porque creemos que merece la pena:
En un adiestramiento de Obediencia Básica, generalmente, entran estos cinco ejercicios: Caminar al lado, sentarse a la orden, tumbarse a la orden, permanecer quieto en el sitio hasta nueva orden y venir a la llamada.
Pensemos ahora: ¿Es que el perro no se había sentado nunca antes de que se lo enseñáramos nosotros? ¿No sabía tumbarse antes de que se lo dijéramos nosotros?, de la misma manera era capaz de caminar al lado de alguien, persona, perro u otro animal u objeto móvil si a él le hubiera apetecido, y también sabía estarse quieto o desplazarse hasta donde él quisiera sin que nadie tenga que enseñárselo.

Por lo tanto, esta es la pregunta: ¿Qué se le enseña a un perro en la Obediencia Básica? Según lo visto, no se le enseña nada que él ya no supiera hacer de mutuo propio. Lo que sí que se le enseña es a hacerlo cuando al guía se le antoje y a ser posible, a la primera y sin rechistar. Por lo tanto, lo que estamos haciendo realmente es enseñarle a obedecer incondicionalmente, o lo que es lo mismo, le estamos enseñando sumisión. Para lo cual nos valemos de los ejercicios de la Obediencia Básica.
¿Para qué vale entonces este adiestramiento? Solo le veo sentido si nos puede ser útil para marcar o crear en el perro parámetros que nos interesen tales como disciplina, dependencia, ascendencia, rango social, aumentar la capacidad de control sobre el perro, etc…
Pero ¿Qué ocurre si consigo que el perro realice todos estos ejercicios de obediencia básica por un intercambio, es decir, haciendo que él quiera responder porque así consigue algo a cambio? A esto se le llama “Adiestramiento en Positivo”, sin obligarle nunca a nada. Lógicamente no se crearán en el perro ninguno de los parámetros que nos puedan interesar que se afiancen por alguna razón, por lo que el resultado puede ser muy distinto del que realmente esperamos en un momento determinado, seguramente cuando más falta nos haga que sea obediente. Pondremos un ejemplo: ¿te imaginas a un braco que cuando está paseando por el campo con su dueño y le sale un conejo desde unos matorrales, prefiera seguir la punta de una vara o la palma de una mano antes de perseguir al conejo? La verdad es que a mí me cuesta mucho imaginármelo.
¿Qué podemos ver, entonces, que sea útil en el adiestramiento en positivo?
Pues en adiestramientos muy profesionalizados y con fines muy concretos. Es muy buen método para enseñarle a un perro a encender luces, abrir cajones o traer el teléfono o el mando de la tele. Pero entendemos como fraudulento, por no decir cosas más duras, cuando tratamos de practicarlo con perros de compañía que, o bien necesitan que se les imprima algo de disciplina porque dan problemas típicos de carencia de la misma, o para crear conceptos como los que hemos mencionado anteriormente. Por lo que el adiestramiento en positivo, lo dejaremos para especialistas cualificados para las labores en concreto que las necesiten, y no para los perros de casa de los cuales los propietarios solo esperan tener una convivencia óptima del perro en el seno de la familia (que ya es bastante), para lo que no basta con un adiestramiento simplemente, porque a veces no hace falta ni eso, porque con un proceso educativo ha sido más que suficiente.
¿Cuál es entonces la diferencia principal entre los dos tipos de adiestramiento?Básicamente es que en el “Adiestramiento en Positivo” el perro no hace nada que no quiera hacer. Mientras que en el “Adiestramiento Civil” el perro decide ejecutar la respuesta porque se lo pide su guía-dueño, por lo que se somete y modifica su voluntad en función de las órdenes que recibe.
También puede ser bueno para que los niños entablen relación con el perro de casa, pues con este tipo de adiestramiento, llamado también “Instrumental” u “Operante”, los pequeños de la casa aprenden a interaccionar con el perro y a relacionarse con él de forma divertida.